"Shirley" Charlotte Brontë

No conocía nada de esta novela. De Charlotte Brontë leí "Jane Eyre" hace demasiados años como para recordar algo que no sea lo que todo el mundo sabe. Tantos años, que ni siquiera aparece en mi lista de leídos que empecé a confeccionar con diecinueve años. Demasiado tiempo en todo caso.
Me estreno por tanto con Charlotte Brontë tras mucho tiempo despojada de las hermanas de las que, por otra parte, además del libro mencionado, solo leí un par de veces "Cumbres borrascosas". Tarde como decía, pero con muy buen resultado. "Shirley" me ha encantado, me ha sumergido de nuevo en un mundo que conformó mi afán lector en mi adolescencia y juventud. Me ha atrapado de tal forma en la evocación de tiempos pasados (no sólo en la ambientación, sino también en mis recuerdos) que las hermanas Brontë y su mundo se me han metido en la piel y las veréis (lo veréis) mucho por aquí a lo largo de este año.
"Shirley" es la última novela completa de su autora (después empezaría otra que quedó sin terminar, "Emma Brown" de la que tan solo llegó a escribir veinte páginas). Mientras la escribía, tuvo que ver morir a su hermano, Branwell, y a sus dos hermanas, Emily y Anne, en los nueve meses que van de septiembre de 1848 a mayo de 1849. Parece ser que durante esos nueve meses, detuvo la escritura del libro para retomarla tras la muerte de Anne y publicarlo a finales de 1849.
Se trata de una extensa novela en la que de nuevo las mujeres tienen un papel predominante. Dos son las protagonistas del libro, Caroline Helstone y Shirley Keeldar.
Caroline es una joven huérfana de padre y de cuya madre se ignora el paradero, que vive con su tío, el señor Helstone, pastor de la parroquia de Briarfield, un hombre frío que no valora en absoluto a las mujeres, "en el fondo, no soportaba el buen juicio en las mujeres; le gustaba pensar que eran todas todo lo tontas, frívolas, vanas y susceptibles de ser ridiculizadas que fuera posible, porque entonces se convertían realmente en lo que él creía y deseaba que fueran:inferiores, juguetes con los que jugar, con los que llenar una hora de ocio y a los que poder desechar luego". A pesar de todo, Caroline recibe una educación inusual para una mujer de su época. En casa de los Moore, Hortense y su hermano Robert, primos lejanos, aprende francés y lee a los clásicos y a Shakespeare y la poesía de Chenier. Tal vez la poca atención que su tío le presta hace que disponga de suficiente libertad para cultivarse. Su tío la trata con generosidad, como si de una hija se tratara pero con poco afecto, sin muestras de cariño. Eso hace que toda la sed de amor que padece la joven se centre en su primo Robert Moore del que está enamorada, casi sin saberlo.
Shirley es una rica heredera que acaba de instalarse en Fieldhead, su gran mansión, con su vieja institutriz, la señora Pryor. Es una mujer independiente y voluntariosa que no tiene, ni siente, ninguna necesidad de unir su vida a ningún hombre. Es la dueña de la fábrica de tejidos que dirige Robert a quien se la tiene arrendada, así como la casa en la que viven Robert y Hortense.
Y entre ambas mujeres está Robert. De padre inglés, de York, y madre belga, es un extranjero que pretende sacar adelante la fábrica de tejidos que tiene arrendada y de la que vive. Pero estamos en una época convulsa. Las guerras napoleónicas tienen al mundo agitado. Molesta por las Reales Órdenes, según las cuales los países neutrales no podían comerciar con Francia, América, el principal comercio de la lana de Yorkshire, ha cerrado sus relaciones comerciales, lo que está llevando a la ruina a Robert y otros fabricantes. A esa situación viene a añadirse la incipiente Revolución Industrial en la que nuevas máquinas vienen a hacer el trabajo de los hombres, lo que ocasiona miles de obreros sin trabajo. Si a eso añadimos alguna mala cosecha, tenemos el terreno preparado para que los desesperados, que nada tienen que perder porque ya lo han perdido todo, se lancen con sus protestas en busca de lo que se les niega y que constituye su sustento y el de sus hijos. Pero de nada les sirven los incendios de fábricas o los asaltos a las casas de los industriales. Ni se puede detener el progreso, ni parar la Guerra. "La miseria genera odio; aquellos que sufrían odiaban las máquinas que, según creían les habían arrebatado el pan; odiaban los edificios que contenían esas máquinas; odiaban a los industriales a los que pertenecían esos edificios"
Robert, quizás por ser extranjero y llevar poco tiempo en la región, no se siente lo suficientemente ligado a ella por lo que ha mandado al paro a muchos de los trabajadores de su fábrica. Por eso en la parroquia de Briarfield, la persona más odiada entre los obreros es Robert Moore, que encima es medio extranjero; por eso le queman los telares nuevos que compra; por eso ve la ruina acechar su fábrica y su casa y por eso vuelve sus ojos hacia Shirley que, además de hermosa, es lo suficientemente rica como para alejar para siempre el fantasma de la bancarrota.
"Shirley" es una novela, al menos en la primera parte, de denuncia social y análisis de la realidad. Es aterradoramente lúcida la disección que se hace de la situación económica y política, ambas como siempre muy relacionadas, que se dieron en aquellos primeros años del siglo XIX. Una época en la que el progreso surgido de la Revolución Industrial arroyaba en su discurrir imparable todo lo que se le ponía por delante, mayormente los trabajadores a los que las máquinas sustituían, pero no se puede dejar de inventar nuevas máquinas, no se puede dejar de modernizar las fábricas, no se puede anclar la vida en el pasado y renunciar a lo que nos traen los nuevos tiempos. La eterna contradicción entre lo que viene y lo que inexorablemente está caduco y herido de muerte; la eterna batalla en la que sucumben los que se anclan al pasado y triunfan los que tienen sueños de futuro. 
Un análisis interesante y novedoso para la época, sobre todo si tenemos en cuenta que lo hace una mujer, lo que sería extraño si no supiéramos que las hermanas Brontë eran mujeres ilustradas y preocupadas por el mundo que las rodeaba más allá de las parcelas que les estaban destinadas en aquella época.
Pero no queda aquí la crítica y el análisis. La situación de la mujer también se muestra ante nosotros con toda su mezquina realidad. Caroline y Shirley tienen ciertos atisbos feministas, empiezan a vislumbrar que los hombres y las mujeres pueden ser iguales, son conscientes de que ciertos hombres están muy por debajo de ciertas mujeres, pero en términos generales se ve una marcada admiración por los hombres, ellas mismas no llegan a creer en tal igualdad. Así vemos a Shirley deseando encontrar un hombre superior a ella al que admirar como a un dios, porque "agacharse rebaja; alzar la vista es glorioso [...] cuando me siento inclinada a la religión, no hay más que falsos dioses a los que adorar". El feminismo de Shirley se ha quedado en su independencia económica, en dirigir por sí misma sus negocios y propiedades y en negarse al matrimonio con los hombres respetables que le propone su tío. Y no es poco a principios del siglo XIX en plenas guerras napoleónicas.
Caroline, por su parte, pobre y sintiéndose abandonada sin más referente que su tío, quiere trabajar, pero más que un medio para lograr su emancipación, ella ve el trabajo como una ocupación que le llene la cabeza, una obligación absorbente que la impida pensar en otras cosas más dolorosas... puesto que no cree que vaya a casarse, en cuyo caso no se le ocurriría pensar en el trabajo que según Shirley "hace[n] a las mujeres masculinas, groseras y poco femeninas". Eso pensando en profesiones liberales, por supuesto, Caroline solo piensa emplearse como institutriz. 
La novela abunda en personajes y en situaciones muy interesantes y que sirven a la autora para mostrarnos lo que pretende: un mundo cambiante y contradictorio donde los deseos de aliviar la situación de los que están por debajo y no han tenido la suerte de un nacimiento de fortuna conviven con el empeño de mantener los privilegios y las propiedades a toda costa. "Si los pobres se unen y se lanzan en forma de turba, yo me volveré contra ellos como aristócrata" dice Shirley hablando de las revueltas luditas que se extendían por el país. 
Charlotte Brontë
Se habla más de caridad que de justicia y se pretende acallar con caridad la revolución. Hoy consideramos la caridad como un acto de soberbia y de orgullo anclado en creencias religiosas caducas; hoy somos conscientes de que lo que se llama caridad es una manera de equilibrar con justicia algunos desarreglos injustos. En la novela no hay crítica a la caridad, no se reivindica la justicia en su lugar. Me imagino que a mediados del siglo XIX, no se hacían estas disquisiciones o, al menos, no las hacía la autora. O yo no lo he visto.
Es también, por supuesto, una novela de amor. Caroline ama a Robert. Robert no sabemos a quien ama, o si ama a alguien. Lo mismo pasa con Shirley. Aman hasta los diáconos, alguno con poco acierto. Hay amores correspondidos y amores rechazados, porque como en la vida misma no siempre amamos a quien nos ama ni nos ama quien es amado por nosotros. 
A partir de un determinado momento, vemos como en la novela va quedando de lado la crítica social y la descripción de vicios y virtudes de la época para dar paso a las relaciones amorosas de los protagonistas que se convierten en la única trama del final del libro. Tal vez (se me ocurre a mí, no tengo ninguna constancia) tras la muerte de sus hermanos, la autora no se vio con ánimos para seguir por esos derroteros y decidió terminar la historia más centrada en el amor. Tal vez eso le resultó más fácil y le permitió culminar la tarea en unas circunstancias en las que cualquier otra persona hubiera abandonado. Afortunadamente, ella no lo hizo.

Shirley ha sido la lectura conjunta de marzo en el grupo de facebook Los libros de Carmen y amig@s.
Esta novela entra además en el reto "Nos gustan los clásicos" por estar publicada antes de 1990, concretamente, "Shirley" es de 1849.


Comentarios

  1. Hola! Me ha gustado muchísimo tu entrada. Sólo he leído Cumbres borrascosas, y me parece una obra de arte. Así que sé que acabaré leyendo el resto de novelas. Tengo tanto por leer que no puedo abarcar todo lo que me gustaría, pero desde luego que están en mi lista de deseos.
    Un saludo, muy buen análisis!

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    1. Poco a poco iremos leyendo libros de la lista de pendientes... a la vez que iremos añadiendo más. Es normal como la vida misma y una ley de la literatura universal: "La lista de libros pendientes crece en proporción directa a la velocidad de lectura". Y no me he confundido.
      Un beso.

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  2. De la autora no he leído nada, pero esta novela tiene muy buena pinta, por esos ingredientes de crítica social, reivindicaciones femeninas y relaciones amorosas sin definir. Me parece muy plausible tu conjetura de que la autora, tras la muerte de sus hermanos, tirara por esos derroteros (aún demasiado hizo).
    Como siempre, tu reseña es impecable, Rosa.
    ¡Un beso y ganas tenía de volver a tu casa!

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    1. Por lo que recuerdo, de Charlotte Brontë, aún es mejor "Jane Eyre". Si no has leído nada, quizás sería mejor empezar a lo grande. Aunque igual estoy equivocada y es mejor empezar e ir subiendo.
      Un beso y bienvenida de nuevo.

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  3. Ayyyy me has metido el gusanillo. Leí Jane Eyre varias veces, una de ellas en inglés, y es maravillosa. Cumbres Borrascosas hace ya mucho que la leí y no la recuerdo tan bien, pero me ha apetecido y mucho esta.
    Besos y gracias por una reseña tan buena.

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    1. Me alegro de que esta reseña te haya gustado. Has leído de las Brontë lo mismo que yo (salvo este de "Shirley"). A mí me gustó más "Cumbres..." que "Jane...", pero fue hace tanto, que quiero ver como me Los tomo ahora.
      Un beso.

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  4. Otro clásico que no hay que dejar pasar y que me apunto en mi kilométrica lista de pendientes. Gracias por esta estupenda crítica, Rosa. Besos

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    1. Los clásicos nunca defraudan. A veces gustan algo menos, pero siempre dejan la sensación de que el tiempo ha estado bien empleado.
      Un beso.

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  5. Leí Jane Eyre hace siglos y me quedé impresionada por lo mal que lo pasaba la chica (recuerdo algo de un orfanato) y por lo dramática de la historia. De este que reseñas no conocía nada, pero por lo que cuentas no parece tan trágica. Lo de sustituir la caridad por justicia social supongo que en esa época solo unos pocos se lo plantearían. (En las fechas hay unas erratas, en las frases que mencionas la muerte de las hermanas). Todavía hay gente, por desgracia, que tampoco se le ocurre.
    Un abrazo, Rosa.

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    1. Gracias por avisarme Ángeles. Mira que repaso las reseñas antes de publicarlas, pero siempre se escapa algún gazapo. Espero que no haya llevado a confusión a nadie.
      La triste vida de Jane en el orfanato está inspirada en la estancia en un colegio de las cuatro hermanas mayores (todas excepto Anne) y que fue donde enfermaron las dos mayores, Mary y Elizabeth, que murieron poco después. Ante esta desgracia, Charlotte y Emily, regresaron a casa.
      Un beso.

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  6. Ni siquiera había oido hablar de esta novela, y eso que es de un género, época y autora que me gustan mucho. Desde luego me la apunto para no perdérmela, ¡gracias, Rosa!

    Por lo demás qué decir que no hayas dicho ya tú. Charlotte Brontë pertece a ese grupo de autoras que, a través de sus novelas, innovaron en la percepción y reconocimiento de la mujer y la situaron de forma activa en su entorno social, no solo como meros objetos decorativos que ven, oyen y callan cuando los hombres hablan. ¡Bien por ellas!

    Un beso grande.

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    1. Yo tampoco sabía nada hasta que la propusieron en el grupo de Facebook. La tuve que sacar de la Biblioteca pues en Amazon y demás, solo aparecía en inglés y la edición en papel es muy cara. Así me estrené porque nunca había sacado un libro de una biblioteca que no fuera la del instituto.
      Son muy interesantes las reflexiones que se hacen en esta novela, sociales, económicas y en lo relativo al papel de la mujer. Para su época muy innovadoras.
      Un beso.

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  7. hola! es toda una magnifica historia, nosotras somos loquitas de cumbres, pero todo lo que podamos accedre de esta autora nos gusta, ademas te mete en su piel con sus ideas tan revolucionarias, con sus dolores familiares y su inigualable punto de vista femenino. todo lo veia, analizaba y plasmaba. un delicia, gracias , rosa! saludosbuhos,gracias!

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    1. Me alegro de que os guste. Esta novela no es Jane Eyre, pero ha sido todo un descubrimiento. Pienso leer todas las obras de las Bronte poco a poco porque me apetece mucho profundizar y comparar.
      Un beso.

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  8. Me ha sorprendido esa vertiente realista, reflejando los problemas de la industrialización, porque esperaba una historia tipo Jane Eyre. Ya te comenté que es la única que he leído de la Bronte y me deslumbró el principio, pero luego, especialmente al final, se me vino un poco abajo por diversas razones.
    He acabado hace poco una novela de Thomas Hardy y pensaba ponerme con algo de Dickens, por seguir en las islas, pero no descarto tirar por las Bronte.
    Saludos.

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    1. Sobre todo en la primera parte, esta novela aborda asuntos muy interesantes de la situación socio-económica derivada de las guerras napoleónicas y de la Revolución Industrial. Luego abandona esos temas como comento, pero lo que trata es muy interesante, sobre todo teniendo en cuenta la época y el ser una mujer en esa misma época.
      No he leído nada de Thomas Hardy. Tendría que ponerle remedio.
      Un beso.

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  9. Hace siglos que leí Cumbres y Jane Eyre. y ahora mientras te leía intentaba recordar la novela y solo me venían imágenes de películas. Y por supuesto desconocía esta novela que nos has reseñado de forma tan estupenda como tú acostumbras.

    Creo que va a tocar intercalar más lecturas de los clásicos entre mi lista de pendientes que no deja de aumentar.
    Besos

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    1. Yo este año, con las Brontë y Chirbes, estoy encantada. De vez en cuando leo uno de alguno de ellos y lo voy intercalando. Es que si no, termina una tirándose solo a lo nuevo y tampoco es plan.
      Un beso.

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  10. Lástima que la novela no haya seguido por los derroteros con los que se inició. Hubiera sido una lectura de 10. A pesar de ello tiene muchas virtudes por las que merece la pena leerla.
    Ya he visto que te has animado a seguir leyendo a las Brontë. Estaré atenta a tus próximas reseñas.
    Besos

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    1. Sí, este año voy a profundizar en Chirbes y en las Brontë. Los iré mezclando con lecturas más modernas. Creo que es un reto que cumplir, más que nada porque me lo he impuesto yo misma. Es que soy muy desobediente, pero a mí me obedezco más. Bueno, y a Carmen, cuyas lecturas suelo aceptar y así descubro estas cosas.
      La novela hubiera sido mucho más redonda de haber seguido compaginando amor y crítica, pero aún así, como dices, es muy recomendable.
      Un beso.

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  11. Por lo que yo sé de las hermanas Brontë y por lo que cuentas de la novela parece que hay mucho de autobiografía en ella, o por lo menos hay muchos elementos comunes: huérfanas, amores imposibles, vivir con un pastor en una parroquia...
    Supongo que las duras vivencias de estas mujeres se vieron reflejadas, con mayor o menor intensidad, en sus obras.
    Interesante novela según tu reseña pero no creo que me la apunte de momento. Quizás para otra ocasión en que me encuentre más relajada mentalmente.
    Besos.

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    1. Su vida fue tan dura y estuvo acompañada de tantas desgracias que, por fuerza, se tiene que mostrar en sus novelas. Sobre todo las de Charlotte y Anne. Emily con sus "Cumbres..." se sale un poco más, pero cuando la lea, iré buscando autobiografía por doquier.
      Un beso.

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  12. Leí a las Brontë en su momento, no todo, pero no estoy segura de que ahora retomara alguna lectura o iniciara alguna de las que no leí... Aunque tentar, tientas a base de bien :)

    Un abrazo

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    1. Yo tampoco tenía idea de volver con estas autoras, salvo "Cumbres...". Este libro me ha gustado tanto las dos veces que lo he leído (hace ya muchos años de la última), que siempre está pendiente de una relectura. Ha sido leyendo "Shirley" cuando me ha ido atrapando y he deseado saber más de ellas y de su obra.
      Hay quien dice que me ve a decepcionar "Cumbres borrascosas". Habrá que arriesgarse.
      Un beso.

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  13. Hola Rosa, comparto mucho de lo que nos cuentas en tu reseña, pero fíjate que me ha costado terminarlo. Aún así siempre es gratificante leer estos clásicos, la hermosa y elegante prosa que te transporta a esa época, junto con diálogos que en ocasiones son una delicia, ingeniosos y audaces.

    Abrazos.

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    1. Yo lo leí muy enganchada hasta el punto de que me propuse leer todo lo leído y no leído de las hermanas Bronte.ya he leído Agnes Grey cuya reseña tengo pendiente.
      Como dices, leer a los clásicos es siempre un placer.
      Un beso.

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  14. Yo no he leído nada de las hermanas Brönte pero ya estoy recopilando libros para ponerme a ello.
    Por cierto, me ha encantado tu reseña.

    Un besote.

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    1. Yo leí hace muchos años los típicos: "Jane Eyre" y "Cumbres borrascosas". Ahora, tras leer "Shirley", me han entrado ganas de leer todas las novelas de las Brontë y en ello estoy. He terminado hace poco "Agnes Grey" y seguiré con ello. Otro de los retos que me he impuesto.
      Gracias por tus palabras.
      Un beso.

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  15. Gran reseña detallando como solo tú sabes...
    Un beso Rosa.

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    1. Gracias. Me alegro de que te guste. Algo me produjo este libro que me ha llevado a leer todo lo publicado en el universo Brontë.
      Un beso.

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